Hojas y Notas

Al mirar el universo estrellado
una sola cosa comprendo:
queda mucho por descubrir y conocer
dentro de la inmensidad infinita.


Porque infinita se torna
la mirada enamorada
y sin fin,
el corazón de una madre
ante su hijo.


Y tan profundo como las simas
de los océanos oscuros
como altas las cimas
de majestuosas montañas
se torna la conciencia
del santo enamorado
del origen de todas las cosas.


Desde mi aurora hasta mi ocaso,
durante la ruta que ahora recorro,
percibo una luna quieta a mi mirada
y un sol luminoso en mi reposo.


Al comenzar todo ya estaba,
y de este concierto sólo formo una nota.
De esta melodía que ya canta
la gloria del que crea porque Es
y porque ama lo que Es.


Dios santo, soy un niño
en tu presencia
que te descubrió en el tibio
amanecer del vientre materno.

Soy un anciano
tocando retoños
y sonriendo el nacimiento
de las cosas.


Nazco y muero con una convicción:
Dar gracias por participar
de esta sinfonía celestial.

Los Tres Deseos

Erase una vez tres hombres que iban por un camino. Uno era un pobre; otro, un científico ateo; y el otro un viejo religioso. Se encontraron con una lámpara que adivinaron que podía ser esa maravillosa que contenía un genio. La frotaron entre risas y ganas de que fuera esa lámpara mencionada.


Surgió el genio imponente, que con voz de trueno les dijo:


- Les puedo conceder tres deseos, pero como son tres les voy a conceder uno a cada uno, con la salvedad de que cada deseo se hará realidad para los tres.


El hombre pobre no pudo aguantar y exclamó:


- Toda mi vida he querido salir de mi situación de pobreza,así que pidiendo perdón a mis compañeros pediré tener riqueza hasta que muera.


El genio alzó su meñique, y como un rayo apareció una bolsa llena de diamantes en las manos de los tres.


Viendo que el religioso meditaba mucho su deseo, se adelantó el científico:


- Mi deseo es tener la vida suficiente para conocer los secretos del universo, por lo que pediré cien años de vida saludable para poder hacerlo.


El genio alzó su otro dedo meñique y sintieron como la juventud les invadía las venas.

El religioso alzó su mirada hacia el genio y dijo sencillamente:

- Deseo que todo esto se haga según la voluntad de Dios.


Los otros dos hombres abrieron sendos ojos. El pobre temía perder su riqueza, el científico se decía a sí mismo cómo se desperdiciaba un deseo así.



....



El genio juntó sus manos, hizo una reverencia y se esfumó.

El religioso sonreía mientras los otros dos lo miraban asombrados.


- ¿Por qué no se perdió lo que pedimos? - preguntó el pobre al ver que nada había cambiado.


- Porque todo lo que se hace sobre la faz del mundo se realiza por voluntad de Dios.- respondió simplemente el religioso, mientras iniciaban nuevamente su caminar - Hasta lo que hace un genio está bajo su Voluntad.


- ¿Entonces por qué pediste que se hiciera según la Voluntad de Dios si sabías que ya era así? - dijo inquisitivo el científico.


- Porque pensé: "Si pido conocer a Dios, que es el más profundo de mis deseos, estaría forzando un encuentro demasiado importante para los tres. El encuentro con Dios es una experiencia voluntaria y personal que no puedo imponerles". Pero necesitaba calmar mi conciencia si vivía todos estos años con tanta riqueza, sabiendo que todo está bajo su bendición. Dios no nos niega las cosas, sólo nos pide que lo tengamos siempre presente.

El científico frunció el ceño y dijo con desgano - Haz desperdiciado un deseo en algo inútil. Tu conciencia quedó tranquila, pero nosotros dos no nos beneficiamos con tu deseo.


- Difiero de lo que dices - dijo el pobre - porque si hubiera sido un deseo inútil el genio lo habría aclarado, pero noté su reverencia al desaparecer de nuestra vista, por lo que pienso que él sí creía en ese deseo pedido.


- Eso es muy sabio, querido amigo - aseveró el religioso - Ya veo que mi deseo ya ha echado raíces en tu corazón y eso me da mucha paz.

Desde allí se separaron estos tres hombres y no se volvieron a ver en esta tierra. No obstante, los tres deseos los marcaron profundamente. El pobre dedicó su vida a los más desamparados y su riqueza fluyó como río hacia los hambrientos. El científico dedicó su vida a sus investigaciones, pero, de cuando en cuando, recordaba el último deseo y se decía: "Antes no creía en los genios, seres sobrenaturales, pero ahora creo. No creo en Dios simplemente porque no tengo pruebas de que exista, pero ese genio sí creía en El". En el fondo de su conciencia comenzó a creer y su vida se fue iluminando por los misterios que nunca alcanzamos a comprender, pero que fluyen como rayos de sol sobre nuestra existencia.


¿Y de ese religioso? ¿qué fue de él? No lo sé. Un velo cubrió su vida y quizás en la otra orilla sabremos adonde fueron sus pasos. Quizás volvió al mismo camino para encontrarse con otros dos hombres y toparse con otra lámpara maravillosa. Sólo Dios sabe.

¿Dónde está la Paz?

Estaban desnudos esa familia de judíos, parados junto al borde de una fosa común, esperando que los fusilaran y sus cuerpos cayeran sobre los miles que se apilaban más abajo.



La niñita lloraba y el papá se inclinó, diciéndole bajito: "Que no te quiten tu paz, que Dios está en el Cielo y también dentro de tu corazoncito".



Se escuchó una ráfaga de ametralladora un poco más allá. No era para ellos todavía, pero sus nervios se rompían por dentro.



El abuelo dijo con calma: "Podemos creer o no creer que Dios es toda justicia y que no permitirá que lo que hacen sobre nosotros quede impune. Yo les digo, con todo mi amor y esperanza, que si Dios está con nosotros, ¿quién puede contra nosotros".



La familia sonrió levemente, con sus rostros flacos y ojos enrojecidos.



Estrecharon levemente sus manos.



La descarga de balas llegó sobre ellos. No perdieron su paz, en medio de su dolor, y alcanzaron a escuchar la Voz tierna que les decía: "Voy por ustedes, hijos míos".

Oración del que Lucha

Señor,

Ante todo haz que mis ojos lejanos
puedan ver tu cercanía.

Dame la oportunidad
de conocer los ojos de un niño
y darme así fuerzas para continuar.

Cuando tenga que sufrir
recuérdame en sueños que he visto sonreir.

Que tengo que ser fuerte
ante la tempestad,
pero no orgulloso.

Conserva en mi mente
las palabras que una vez me acercaron a ti
y enséñame a pensar que todo es bueno
cuando tú estás al final.

Yo soy un alma deseosa de servirte;
haz de mí cualquier cosa.

Fortalece mis huesos
y mi carne
y tomaré mi cruz.

Confíame tu nacimiento
para nacer limpio e iniciar tu lucha.

Bautízame con agua y fuego,
cúbreme de cielo y tierra,
y deja ver en mi sacrificio que todo está dispuesto por ti.

Caminaré, me cansaré
y moriré si tú así me los has pedido.

Lucharé por la justicia,
por la paz,
por la bondad,
por el amor,
por el Hombre,
por Ti.

Lucharé y seré humilde,
misericordioso,
digno,
fiel,
sincero,
puro.

Nada me será imposible
si tú me lo has pedido.

Ayúdame a discernir
entre tu presencia
y las que me intenten engañar.

Perdona mis errores ignorantes
y dame la clave de la Salvación.

Después de todo creo en tu ayuda
y te doy las gracias.

Hacer Historia

Mientras mil millones se acuestan
otros mil millones se levantan.

Y así como mil millones almuerzan
otros mil millones cenan.

Algunos miles morirán
al oscurecer el ocaso,
cuantos otros miles nacerán
al clarear el alba.

¡Cuántas vidas,
cuántas historias!

Desconoces la mayor parte de ellas,
si es que no has olvidado gran parte
de la tuya.

¿Recuerdas tu niñez?
¿Recuerdas tus años de estudio,
tus años de trabajo?
¿Estás seguro de recordarlo todo?

Difícil,
todavía no has nacido.

Ahora te toca vivir más atento,
estrenarte para lo que llamamos vida,
pero ¿qué es vivir sino saber morir?

Harás muchas cosaso
quizás ninguna.

Te alzarás poderoso sobre la multitud
o te olvidarán en un rincón,
hasta que tú mismo olvides
que existes.

Nada de eso es importante,
sólo mirar profundo hacia adentro
y conocer el enigma.
Sólo debes mirar profundo
hacia el corazón ajeno,
y descubrir el paradigma.

Abre tu mirada interior
para que veas lo que vale.
Abre tu mirada
para ver lo que te rodea.

Despierta, hijo, a Nacer y hacer Historia.

Reverencia a la Vida

Contemplo el pan y el vino sobre la mesa.

Ese pan que alguna vez fue trigo verdeando
sobre praderas oscilantes.
Ese vino que fue racimo de uvas,
galardón de parras ancestrales.

Es vida triturada y molida ante mí,
para darme a mí la vida.

Con reverencia parto el pan y tomo el vino.

Pido perdón por tomar vidas para existir.
¿No existe otro camino para sobrevivir
en este mundo?

Y no solamente nos alimentamos
de los frutos de la tierra,
de los animales del campo,
o de los peces del mar;
también tenemos vida
gracias al sacrificio
de quienes nos amaron.

Hemos convertido en pan
a nuestros padres.
Hemos convertido en vino
a nuestros amantes.

Tomamos conciencia
que en nuestra carne
millones de criaturas
se esfuerzan por mantener
nuestra corporeidad.

Por eso pido perdón
por desconocer estas verdades.

Pido perdón por ser ingrato.

Vivo, gracias a muchos
que apenas conozco.

Ahora me toca a mí
ser alimento de otras vidas.

Por eso muero cuando amo,
para que otros tengan vida,
y la tengan en abundancia.

Ansío

Cuanto más camino menos alcanzo
Mientras más recorro menos descanso
Como corre el alma mía tras los ocasos
es como ansío uno de tus abrazos.

Elección

En un viaje a la India con mi familia me encontré con un gurú carismático que después de convencernos de la profundidad de sus palabras nos dijo:

- Elijan - mientras abría sus manos sentado en posición de loto. En una de sus manos aparecía una llama y en la otra un diamante - Amor o Sabiduría.

Mi señora no lo pensó mucho y dijo: "Amor".

Yo me quedé dudando, era muy difícil decidir.

Mi hijo me dejó perplejo cuando asintió diciendo: "Amor o Sabiduría".

- Pero, hijo, debes decidir entre una de las dos y no repetir la frase.

- Es que yo elijo las Tres.

El gurú cerró sus manos y declaró: "Es la más inteligente de las respuestas y no sólo porque eligió ambas, sino porque incluyó el 'o' en su elección".

Luego, irguiéndose continuó: "Si uno elige Amor sin Sabiduría es como meterse en un río tormentoso, como entrar a una hoguera. Si uno elige Sabiduría sin Amor es como vivir incrustado dentro de un trozo de hielo, como existir dentro de un cuadro o una foto. La elección correcta no puede excluir a la otra, pero ambas no pueden existir al mismo tiempo, porque el Amor es Dinamismo y Sabiduría es Quietud; el Amor es Fuerza, mientras que Sabiduría es Sutileza; sin embargo, las dos se potencian y encuentran sentido juntas, sirviendo una a la otra en forma alternada. Es por eso que es importante haber elegido la 'o', porque el dolor del amor alimenta la sabiduría, y el conocer de la sabiduría entrega sentido al amor. Algunas veces amaremos y otras conoceremos. La perfección está en Conocer al Amor".

Vale la pena tenerlo en cuenta

Hablemos de Dios
como si de un amigo se relatara
y pensemos en él
como si de una mamá se acordara.

Puesto que no hay mejor momento
que el que se dedica
a quien detiene el tiempo
Ni hay mejor lugar
que contemplar
hacia donde uno quiera mirar.

Estar con Dios no exige cita
y tenerlo presente no ocupa espacio,
ya que el es dueño de todas las dimensiones
y está pronto a acudir
a nuestro encuentro.

Y no le temamos,
pues ya sabe de nuestras faltas.
Y no le ocultemos
pues ya vio todo lo hecho.
Y no le roguemos,
pues ya conoce lo que requerimos.

Sólo llenemos el cántaro de la amistad
y amemos al que es nuestra madre y padre a la vez.

Escuchemos solícitos sus sugerencias
y hagámoslo partícipe de nuestra historia.

El se lo merece ¿No?¿Acaso se puede dudar algo así?

Vuelvo mi vista hacia los montes
contemplando el ocaso del volcán.

Como surgen las olas
desgarrando el aire con su rugir
y se levantan los pastos
después de una llovizna
es como se alza mi pensamiento
hacia la virtud del ser.

No espero trascender
escuchando los gritos de la fama
ni quiero relucir
como luces de pantano,
sino sólo ansío
descifrar las claves
de una vida plena...
Y vivirla antes de que sea tarde.

Levanto los ojos hacia las cumbres
vislumbro el amanecer de los copihues.

Cuando me recojo sobre mi interior
encuentro un camino ya recorrido,
me adentro en un jardín hermoso y sereno.

Es como si sólo hubiera parpadeado un instante,
recuperando mi visión de la ruta establecida,
y camino hacia un encuentro
mientras escucho la voz de mi amigo,
de mi madre, de mi padre,
de mi amada, de mi hijo.

Es una voz grande y penetrante,
suave y envolvente.

Me seduce su discurso escrito
en letras vivas,
me embarga una alegría inmensa escuchar
sus notas deliciosas
en los trinos y susurros.

Alzo la mirada asombrado
velando por ver el sol en su cenit.

¿Dónde estás, que te me ocultas?
¿Dónde estás, que no te hallo?
Si una sola cosa pudiera yo hacer
¿cuál de todas podría ser?
Contemplar en silencio el ocaso
mirando al amor de mi vida
recortando su silueta el horizonte.

Correr y dar un salto en el aire
queriendo atrapar ese instante
con un grito de gozo
y un brazo hacia lo alto.

Acariciar a mis padres
y decirles que les amo
mientras yacen junto a mí.

Acercarme al rostro de mis hijos
estrechándolos fuerte,
mientras les canto un poema antiguo
de ronda infantil.

Juntar mis manos
a la de mis amigos
y renovar el rito
de las almas que se comparten.

Una flor, una risa,
un helado, quizás.
Una lágrima, una brisa,
un suspiro, no más.

Tantos finales de película
y tantos recuerdos hermosos
cabalgan por mi mente
sugiriéndome el instante feliz.

Mas pienso que lo cierto
es que cerraría los ojos
y diría: "Padre Nuestro
que estás en los Cielos..."

Y luego vendría el 'The End'
o un cierre de telón.

Me contento con que Dios
aplauda al final.

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