Búsqueda inútil

Voy caminando dormido
tocando a tientas paredes frías.
Mis pies tocan fango
la noche parece vacía.

Creo que al cruzar el umbral
descubriré lo que me atormenta
pero de eso no hay tal
ya que no encuentro salida.

Mi garganta duele
de tanto gritar.
Mis manos están heridas
de tanto buscar.

Tropiezo y caigo
Nadie escucha.
Azoto una puerta.
Nada responde.

¿Adónde estás que te me escondes?
¿Dónde estás que no te alcanzo?

Tengo que encontrar
una respuesta
una solución
una luz
en esta noche tan oscura.

Tiene que haber
una rendija
un aroma
un calor
que me indique su destino.

Despertar no calma su pesadilla
ni llorar aquieta mi lamento.

Muevo cortinas antiguas
polvorosas
ásperas
mas no hallo una ventana

Quizás
quizás no deba caminar
ni hacer nada.

Lo oculto se muestra cuando quiere
y no depende de mí el encontrarlo.

Debo acurrucarme y esperar
la llegada de la verdad
resolviendo mi encrucijada

Vacaciones de otro mundo

Estábamos de vacaciones en Tahiti tendidos bajo una gran sombrilla, contemplando juntos el mediodía reflejarse sobre aguas turquesas y arenas suaves y harinosas.

Sorbíamos con placer unos de esos frescos jugos que se elaboran en tierras exóticas mientras veíamos cruzar un hermoso yate blanco de grandes proporciones.

- Lo que es tener plata - le comentaba en voz baja a mi mujer.

Ella no me escuchó. Su vista se elevaba hacia las nubes. Algo brillante se veía acercándose.

- ¿Qué es eso que viene? ¿Un avión?

En el yate se veían personas ataviadas de fiesta, bailando y riéndose notoriamente ya que los oíamos, aunque estaban a unos 200 metros.

El punto brillante, de un momento a otro, se tornó inmenso. Eso venía a una velocidad vertiginosa.

- ¡Cuidadoooo! - Alcancé a decir mientras la tomaba de la mano y me tiraba tras las sillas de playa.

Era enorme. Más grande que un rascacielos. El yate era una pequeña cascarita que se hundió en un suspiro cuando ese artefacto se estrelló en las aguas.

La ola dejó a nuestros pies una botella, un trozo de yate y una guirnalda.

Otra ola dejó una placa de extraño material que extrañamente se podía leer: "No entre en contacto con los lugareños, pues son altamente peligrosos. Si por algún motivo sucediera esto se multará gravemente a los infractores y, lamentablemente se sacrificarán los habitantes del lugar que hayan establecido contacto."

Arrancamos lo más rápido posible.

Vacaciones de otro mundo arruinadas no iban a estropear las nuestras.


Laberinto

Normalmente uno imagina un recinto de altas paredes con estrechos pasillos que llevan por múltiples recovecos y caminos truncados, que normalmente lleva a una aliviadora salida.

El laberinto más complicado es el que no parece serlo, aquel que permite 'libertad' de movimiento hacia cualquier dirección. Una llanura o un bosque pueden llegar a ser el lugar perfecto para nunca encontrar una salida.

Otro laberinto difícil de resolver es el que no da pista alguna de su objetivo. Uno no sabe si existe una o varias salidas, o quizás, peor, no hay ninguna.


Escapada Sensual

Me comen las ganas
de tocar suave piel
oler exótico perfume

Ansía tanto mi sentir
acercarse a labios húmedos
oir un corazón gritando.

Hundir mi mirada en sus ojos
recorrer su sinuosa figura
dunas doradas por sol aterciopelado.

Detener el reloj de momentos perdidos
rescatar la princesa de su captor
huyendo, luego, lejos de allí

perdiéndose de a dos
en el infinito

Variaciones de un mismo cuento

(Estilo Phillip K. Dick) Katai despertó en una realidad que no era la suya. El zumbido constante de la máquina de realidad virtual aún res...