Un Exorcismo a los Conceptos

El creer en algo que encierra una verdad nos hace esclavos cuando esta verdad es en su esencia mala, pero nos libera cuando esa verdad nos lleva a una esencia buena.

"Un árbol se reconoce por sus frutos". Preocupémonos de que nuestros cuentos y reflexiones construyan en los demás un mundo mejor. Aunque juguemos con nuevas ideas y silogismos, no olvidar que somos responsables de cada una de nuestras palabras.

¿Cómo reconocer lo bueno de lo malo? Podemos marearnos con múltiples justificaciones del porqué hacemos o decimos, pero en concreto si hay virtud tras nuestras frases tenemos certeza de elevar nuestro conocimiento real de las cosas.

No confundamos magia con enamorar, ni sus ídolos con el supremo amor de Dios.

La magia está en nuestras manos escritoras. Es importante saber la fuente de una profunda inspiración, es importante detenerse a ver el fruto de nuestra pluma. Si nuestro juicio no es el acertado al publicar una u otra nota, es importante ser humilde para reconocer el daño...y reparar.

Me tiento muchas veces a escribir sobre lo perverso, porque conozco sus honduras, y sé que haría un horroroso agujero en las conciencias de los que lo lean, y subyugados aplaudirían por el terror que les produce: ¡Dios me libre de semejante tortura de tener éxito con lo podrido!

Si alguna vez es necesario escribir sobre lo que nos inquieta es importante dejar un camino, una gota de esperanza, una salida. No dejemos caer nuestro pensamiento a un abismo sin fondo. Relatar las simas abisales para despegar hacia las cimas celestiales es un camino muy bueno para la santificación de las conciencias.

La magia ¿existe? Un verdadero artista sabe que sí. Y debería saber que más que la magia, existe el poder sobrenatural del amor, existe la seguridad extrema de la fe, existe la confianza serena de la esperanza. 

Más se tarda un hombre en construir que en destruir, pero no es menos cierto que siempre se puede volver a construir de nuevo.

Algún día espero poder escribir sobre el mago y el sacerdote, en justo enfrentamiento: ¿quién ganaría al final?

Pongamos las cosas en su sitio. La magia tiene que ver con manipulación de poderes sobrenaturales, y el milagro es el poder sobrenatural actuando con independencia de nuestros intentos.

Vivamos el milagro de cada día y no la magia de cada día. Amemos con certeza y tesón, y no de esa magia que seduce nuestro corazón.

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